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Mi deseo : Hacer una exhibición en una galería en Tokio !

Región de Paris – Pierre Marie es una personalidad atractiva y se nota en su trabajo. Bañado en el mundo del arte desde muy pequeño, es a través de este prisma que ha despertado la conciencia del mundo y otros. Él concibe la pintura como considera la vida, y viceversa, en toda su trascendencia, observando la Parte y el Todo como como si fueron dos caras de la misma moneda. Este “supuesto antagonismo” propio a dos niveles de evaluación, siempre trata de conciliarlo en su trabajo.

Vernissage

Vernissage

Por qué y cómo

Empezé a pintar cuando era doce, he aprendido las técnicas del retrato, del paisaje, mi abuelo es un pintor reconocido en todo el Este de Francia, pintó el paisaje, y mi padre me enseñó técnicas de grabado en cobre, madera y linóleo.

La pérdida de seres queridos, de manera repetidda y a veces violenta, me empujó a acercar cosas que normalmente no funcionan juntas y hacer un aglomerado visualmente agradable. En la vida, se producen eventos, decisiones razonables o no son tomadas razonable, en última instancia no importa porque tiene cierta lógica. Tanto como extraño sea el camino, hay algo hermoso que emerge del conjunto.

Número 10

La unicidad de los cuadros

Cada una de mis pinturas representa simbólicamente una vida con su área plana y sus zonas torturadas; estos ladrillos que se complementan crean armonía.
La idea es simplemente de poner piedras unas al lado de las otras, que no se supone que anidan adecuadamente cuando se toman una por una, pero cuando damos un paso atrás y miramos, todo se vuelve claro y fácilmente legible.
Es una licencia poética visual, una visión de la mente que se quiere (con humildad) poética en algunos aspectos.

Número 11

La técnica

Uso bolígrafos industriales que tienen la característica de secar muy rapido, obligándome a una precisión importante y una mayor vigilancia para no tener que empezar todo de nuevo. Este 50x50 en amarillo y negro, toma aproximadamente 8 horas de trabajo. Hay que mantener un ritmo para evitar que las piedras sean demasiado diferentes en términos de tamaño – desde la primera hasta la última – lo que crearía un desequilibrio en la composición, muy desagradable a la vista y literalmente arruinaría el cuadro.